“... ¡Ay de vosotros, los que ahora reís!, porque os lamentaréis y lloraréis”, (Mateo 6:25).
NEW YORK. Si Leonel Fernández pensara por un momento que en el único lugar donde él puede ser presidente de la República es en República Dominicana cuidaría más, pienso, al pequeño país bendecido por la naturaleza.
Si la doctora Margarita de Fernández pensara por un momento que en el único país donde ella puede ser primera dama es en República Dominicana cuidaría un poco más al país
Si los miembros de la cofradía de Leonel Fernández pensaran por un momento que en el único país del mundo donde pueden ser ministros es en República Dominicana cuidarían más al país.
Sé que es enorme la tarea que tienen que hacer para cuidar al país, porque se trata de cuidarlo de ellos mismos, de la incontrolable compulsión que tienen de apropiarse de todo lo que hay en inútil búsqueda de satisfacer una necesidad en expansión contra la cual no quieren hacer el mínimo esfuerzo para controlarla. Materialmente lo tienen todo, pero quieren más.
Por ello, Leonel, quien entiende que la deuda externa del país todavía es manejable, no deja de hacer diligencias ante la banca internacional para convertirla en inmanejable. El y su cofradía están decididos a agotar todos los recursos del país: no en vano el gobierno tiene 6,000 cuentas bancarias de las cuales se sirven los miembros del PLD y sus aliados. No piensan que agotando al país también podrían agotar la providencial paciencia del pueblo dominicano.
Como van las cosas, y como la historia se repite (recordemos a la familia Trujillo), puede vislumbrarse que un futuro tal vez no muy lejano ni ellos, ni sus hijos, ni sus nietos podrán disfrutar en paz y con plena libertad de todo lo que han acumulado en el único país del mundo donde nunca serán extranjeros. Mire, ya para disfrutar de lo que tienen ahora deben andar con más guardaespaldas que un capo de la mafia. Con libertad y sin miedo no se mueven solos en el país, conocedores de que lo han convertido en un nicho de inseguridad ciudadana.
No dudo que Leonel y su cofradía tengan recursos para vivir a plenitud en Dubai, en Japón y cualquier otro lugar de los más caros del mundo que elijan hacerlo en un momento dado, cuando se convenzan de que la República Dominicana y los dominicanos no son inagotables, pero deberían pensar que donde quiera que se ubiquen seguirán siendo ex presidente dominicano, ex primera dama y ex ministros dominicanos. Sus hechos los van a perseguir.
No pueden pensar Leonel, su esposa y su cofradía que si controlan su gula en lo que resta de aquí hasta agosto de 2012 el país puede recuperarse algo de la batida que le han dado, y ellos saldrían del gobierno con una imagen aunque sea medianamente aceptable para recibir el perdón de un pueblo que lo perdona todo. Deberían pensar y dejar de burlarse, de reírse de un pueblo paciente, no sea que después tengan que lamentar.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.
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