martes, 31 de agosto de 2010

Por qué el dominicano tiene que pagar tanto?

NEW YORK. Son muchas las variantes que las líneas aéreas toman en cuenta al momento de fijar los precios de los boletos aéreos en las rutas que cubren.
Hace unos días, me encontré con una barbaridad que me dejó boquiabierto, pues me di cuenta de que los dominicanos, quienes siempre pagamos los boletos aéreos a muy altos precios, en determinadas circunstancias pagamos más del doble para viajar desde New York a Santo Domingo que lo que le cuesta a un puertorriqueño viajar desde esta misma ciudad a San Juan, Puerto Rico, aunque las islas están una al lado de la otra.
Hice el ejercicio en la mañana de este lunes 30 de agosto. Busqué la tarifa más económica para una ida y vuelta New York-Santo Domingo, del 31 de agosto al 13 de septiembre. Lo mismo hice para un New York-San Juan. Mire usted lo que encontré en la aerolínea Jet Blue.
Al dominicano, en el hipotético caso de que haga el viaje, le costaría la suma de $641.80 y al puertorriqueño le saldría por$300.20. El ticket se desglosa de la siguiente manera: al dominicano la idea le cuesta $309.00, lo que leyó, $309.00; es decir, $8.80 más que lo que al boricua le cuesta el viaje completo. El regreso del dominicano fue fijado en $199.00. Así tenemos que 309+199 es igual a $508 que es la tarifa neta de la línea de marras, muy de moda ahora entre nosotros. A esos $508.00 agréguele $133.80, que son los impuestos que cobra el gobierno dominicano a todo el que entra y sale del país, y eso arroja la fabulosa suma de los $641.80.
Por qué el dominicano tiene que pagar tanto? Le hice la pregunta a Amarilys, la verdugo mía, quien es agente de viajes, pues por más vueltas que le daba al tema no lograba entender. Empezando porque hay más gastos de combustible en un viaje New York-San Juan, ciudades separadas por 2576 kilómetros de distancia, que New York-Santo Domingo, distantes a 2494 klms.
Entre las explicaciones recibidas, está la de que las líneas aéreas hacen negociaciones con los diferentes países, siempre las líneas buscando sus ventajas económicas, lógicamente, y hacen los amarres para darle al pasajero por el cuello.
Por los amarres que se hacen, al dominicano le cuesta un ojo hacer un viaje de emergencia. Si quiere viajar relativamente igual que los demás tienen que pedir su boleto con mucha antelación. A eso se debe que, salir mañana de New York a Santo Domingo cueste $309 y el viaje de regreso $199.00. En el caso del puertorriqueño el asunto se divide así $115.00 la ida y $139.00 el regreso. De impuestos el puertorriqueño sólo paga $46.20.
Pero para que tengamos una idea más acaba del abuso, a un colombiano que quiera viajar este martes 31 a Bogotá, que está a 4013 kilómetros de distancia de New York, Jet Blue le cobraría $539.70 por el ida y vuelta, con tarifa de ida de $169.00. Obviamente, Colombia negoció mejor con Jet Blue que la República Dominicana, así que los colombianos pueden viajar de ahora para ahorita sin que le cueste un ojo. .
Y mire, en eso de los impuestos, los únicos países que saltan la barrera de los $100 dólares en los predios latinoamericanos y caribeños que toca Jet Blue son República Dominicana, como es natural, $133.80, y Colombia, 114.70. México cobra $96.89; Aruba, 88.70; Barbados, 82.70 y Bermudas, $94.50.
Nada, a nosotros nos cobran más impuestos y nos defienden menos. Qué podemos hacer, alelados como estamos.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones y se apiade del país.

lunes, 23 de agosto de 2010

¿Cuántos estómagos tiene un senador?

¿Cuántos estómagos tiene un senador de la República Dominicana? ¿Tiene estómago un raso de la policía? Asumamos que cada cual tiene uno, hasta prueba en contra, que de los senadores se puede esperar cualquier sorpresa mayor que la de aumentarse $50 mil de sueldo. Quien sabe si el senado procreó una moderna especie de rumiantes.
¿Por qué si el trabajo regular del senador y el raso es el mismo: cumplir órdenes que salen de la misma fuente, tiene que haber una diferencia tan abismal en los sueldos de uno y otro? Dígame Usted.
¿No es injusto que -siendo los dos humanos- a uno, cuya labor se reduce a ir a levantar la mano derecha en un salón rigurosamente climatizado, con butacas excelentes para tirar pavitas resacadas, se le pague queseyocuantos mil % más que al otro, el cual cotidianamente con el calor de la calle anda batiéndose a tiros y corriendo detrás, a veces delante, de delincuentes muy bien armados?
Asumamos que no es justo, aunque aparezcan justificaciones por montones para esa barbaridad, una de las tantas en la guerra de sueldos que mantienen los ministros y funcionarios, guerra provocadora de la ley marcial no escrita, pero taxativa para el sistema: “¡sálvese quien pueda!”.
Dígame si esto es así -pues ya estoy más flojo que un diente de leche con las matemáticas- sólo el aumento de $50 mil que se aprobaron los senadores es 1000% mayor que los $5,000 que se lleva mensualmente un raso a su casa para compartir con su familia. ¡Casa, dije casa? ¿Puede alguien vivir con familia en una casa con $5,000? ¡Quién sabe cómo el raso puede hacerlo, pero tiene que hacerlo, es su obligación hacerlo en el imperio de sálvese quien pueda!
¿Leyó el raso sobre el auto aumento del senador? ¿Sabe el raso que el mismo que le manda a los senadores los paquetes de leyes con su concomitante orden de aprobación es quien lo manda a él a patrullar las calles? ¿Cree el raso que el senador tiene un estómago, más grande o más pequeño, pero sólo uno, lo mismo que él? Asumamos que sí.
¿Cree el raso que su trabajo, cuando él protege, regularmente a tiros, vidas y bienes es más beneficioso para el país que el que hacen los senadores aprobando, normalmente sin leer, préstamos, contratos Barrick Gold, desprotección de parque nacionales y negación de acceso a las playas? Si así lo cree, estoy de acuerdo con el raso.
¿Sabe el raso que el senador se auto aprueba su salario, sus dietas, exoneraciones y barrilitos porque conoce que los papeles que legaliza significan millones de pesos por sacos para los administradores del estado? Probablemente lo sabe.
¿Sabe el raso que las complicaciones y peligrosidad de su trabajo son un subproducto de la administración rapaz del estado, hecha en grado tal que hoy a los delincuentes y atracadores que pululan por dondequiera ya lo llaman “ministros de la calle”? probablemente lo sabe.
Y ¿qué puede pensar un raso, si tiene el concepto de que el senador cobra por aprobar corrupción? Probablemente que él tiene que salvarse con su mini punto de corrupción.
¿Y el pueblo como se salva en medio del raso y el senador? Como pueda. Podría seguir con una caterva de preguntas, pero en medio del sálvese quien pueda realmente no tienen importancia.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones y se apiade de la República Dominicana.

lunes, 16 de agosto de 2010

Mitos dominicanos

La cuarta acepción de la palabra mito en el diccionario de la RAE dice: “Persona o cosa a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no tienen, o bien una realidad de la que carecen”.
Es interesantísimo ver como en la República Dominicana los hechos de la política y los políticos se encargan de dar certeza a la definición citada. La industria política manufactura y destruye mitos sin parar.
Pongamos por caso las leyes. Con sus hechos los gobernantes nos demuestran siempre que son puro mito, para ellos. A su vez, los gobernados buscan que para ellos también lo sean.
Otro gran mito sostenido por la creencia popular es que son del pueblo las pertenencias y los dineros del estado, el estado de nosotros hay que escribirlo en minúsculas siempre, por ser una caricatura mal hecha, vergonzosa, lastimera, para nada divertida…
Perdón, le decía que es un mito eso de que corresponde al pueblo el patrimonio del estado. La realidad es que siempre ha sido de la cúpula de las empresas políticas (lo de partidos es un mito) que han ganado, soborno en mano, el concurso cuatrienal (lo de elecciones es un mito) de arrendamiento del Palacio Nacional, lo que le da derecho a los ganadores de apropiarse del patrimonio de marras a su antojo y sin consecuencias, excepciones hechas de Juan Bosch y Salvador Jorge Blanco. Bosch nunca pensó que los bienes del estado eran de él ni de quienes le acompañaron en su gobierno en 1963 y Jorge Blanco sufrió consecuencias, siendo anulado por Balaguer por lo que ahora se considera una caricatura de corrupción.
Otro mito muy arraigado entre los criollos es ese de que “el pueblo no es tonto”. Pienso que es el mayor de todos los mitos, y las razones son muy obvias.
¡Ah la política y su poder para convertir realidades en mitos y viceversa!
Pongo algunos ejemplos más:
1.- Los fondos de pensiones. La gente que trabaja y los aporta tiene la seguridad de que esos dineros son intocables y que son sus ahorros para cuando llegue la hora del retiro, pero el gobierno se encargará de demostrar, en breve, que son para otra cosa y que la tal seguridad es un mito.
2.- Los apellidos que indiscutiblemente poseían las mayores fortunas en RD eran Vicini, León Jimenes, Read, Pellerano, Corripio, Bonetti, Brugal, Bermúdez, Armenteros, entre otros. Eso fue realidad y ahora es mito, pues los apellidos con mayor control y manejo de dinero en la primera década del siglo XXI son Fernández, Montás, García, Germán, Pared, Bautista, Bengoa, Pimentel, Salcedo, Aristy, entre otros.
3.- Durante casi todo 2003 y hasta el 16 de mayo de 2004 todos consideramos como real que el país había quebrado, junto con los bancos. El 16 de agosto de 2004, minutos después de tomar posesión, el presidente Leonel Fernández se encargó de demostrarnos que eso era un mito y que la realidad era que el país tenía recursos de sobra, por lo que, de inmediato, creo una nueva secretaría y anunció la construcción de un metro, el cual se hizo en un dos por tres y con incontable dinero.
De allá para acá, categóricamente, y pa’lante todo el tiempo, el grupo gobernante nos asegura que República Dominicana es “inagotable” -algo hasta ahora muy real- porque en sólo seis años ha logrado duplicar la deuda externa, en un manejo espectacular de la economía que le permite seguir cogiendo préstamos y creando impuestos sin parar.
4.- Cuando las alzas de la gasolina alcancen su mayor nivel, el gobierno se encargará de demostrar que es un mito eso de que “un simple aumento a la gasolina” desencadena una inflación a todos los niveles -ojalá que lo logre- aunque resulte un desmentido a la tesis que en ese sentido, estando en la oposición, desarrollo Leonel Fernández con lujo de detalles.
Porque Quisqueya no es el mar, tengo mis dudas de que sea inagotable, pero no puedo adelantar que esto es un mito. Lo que sí puedo predecir que no será un mito es que la próxima generación de dominicanos será la que va a cargar más pesado en toda la historia del país. A ella le tocará pagar, sin chistar.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones y se apiade de la República Dominicana.

lunes, 9 de agosto de 2010

Perogrulladas

Propias para políticos profesionales prostituidos, pornográficos.
Política postmoderna = prostitución, perversión pública por pesos.
Político postmoderno poderoso = proxeneta, pervertido, pervertidor.
Palacio presidencial = prostíbulo profesional.
Partido poderoso = politburó para proteger pandilleros.
Promesa política popular = poliomielitis pueblerina.
Petulancia política = perfidia pura.
Palabras + pesos + poder + prensa = presidencialismo perverso; pueblo postrado.
Prosternación + postergación + pobreza = pueblo perplejo, paralizado.
Presidencialismo perverso + pueblo perplejo = potencial perpetuación.
País perplejo, paralizado, postrado = placer para políticos; perenne perversidad.
Presupuesto público = pezón poligalia para políticos peseteros.
Presupuesto + préstamos + pagos partidarios = políticos progresan.
Posesión política = pérdida popular.
Panacea para políticos = padecimiento para población.
Polifagia política = poco pan para población.
Polidipsia presidencial = pandemia provincial.
Predestinado político = poseso presumido.
Protesta pacífica + patadas policiales = presidente propugna por paz.
Político prostituye prensa pagando = pueblo pierde poder protector.
Padre, ¡por piedad, protégenos!
Por hoy, me voy. Que Dios lo llene de bendiciones y se apiade de la República Dominicana.

martes, 3 de agosto de 2010

En RD a la perversidad se le llama sabiduría

NEW YORK. El mundo de la política dominicana es completamente bizarro, así que en el mismo a la perversidad se le llama sabiduría. Ese trastrueque es la perversidad en grado sumo, la perversidad de la perversidad, construida sólida con el poder, el dinero y la propaganda para que perdure como paradigma aberrante.
No hay que darle muchas vueltas al asunto: los políticos más “sabios” que hemos tenidos en realidad han sido los más perversos. A todos nos han pervertido o sometido o desaparecido.
Así tenemos que quienes son reconocidos como los grandes paradigmas para el manejo del estado son los grandes perversos que se aferraron por cualquier vía al gobierno. Subyacen Lilís y Trujillo, el segundo superó al primero. Ambos fueron superados por Balaguer, paradigma que busca superar Leonel, quien dirá que para algo se le bautizó en 1996 como el “nuevo camino”, mediante la alianza de la traición y la renuncia. (Explico: la traición de Balaguer a Peynado y la renuncia de Leonel a los principios que enarbolaba, todo bien atado con el odio y el terror a Peña Gómez).
Leonel va bien adelantado en su propósito. Su manejo perverso del estado ya supera al realizado por Balaguer en muchos aspectos claves, tales como la corrupción, la compra de tránsfugas, el adocenamiento de los medios de prensa y comunicadores, la inseguridad ciudadana, las imparables cargas impositivas y otros males necesarios para arrinconar y aterrorizar a la población, algo que franquea el camino de la continuidad en el poder.
Es que el método para la perpetuidad en el poder no cambia. Ha sido exactamente el mismo desde que el diablo agarró el gobierno de la tierra. “No te sorprendas si en algún país ves que se oprime al pobre y que se hace violencia a la justicia y al derecho, porque a un alto oficial lo encubre otro más alto, y otros más altos oficiales encubren a estos dos. ¡Y a eso se le llama progreso del país y estar el rey al servicio del campo!” (Eclesiastés 5:8, versión de la biblia Dios Habla Hoy).
ILa Biblia y sus pronósticos certeros! Mire usted, de lo que más hablan los detentadores del poder es del “progreso” de la República Dominicana, donde hoy, ¡qué coincidencia!, la cadena de los encubrimientos oficiales es más larga y gruesa que nunca.
De manera que no hay que sorprenderse por la agresividad propagandística para dar relevancia a los servicios que presta Leonel al país y al extranjero. Por supuesto, son servicios diferentes, más bien opuestos, porque en la República Dominicana ya él todo lo tiene atado y en el extranjero gestiona amarres, previendo el resultado de la mentira que pregonan de que el “país es inagotable”.
Los servicios más recientes de Leonel en los campos internacional y nacional muestran con claridad la pauta que él sigue: mientras daba el primer picazo para dejar inaugurada la construcción de una universidad en Haití, cuyo costo será de $50 millones de dólares, su agresiva gestión en pro de aumento de los impuestos puso en ascuas al pueblo dominicano.
Mientras Leonel clamaba por la paz para el Medio Oriente, durante una reunión en Punta Cana, en la capital la policía que él dirige encerraba en la Plaza de la Cultura, para darles patadas y macana, a los participantes en una protesta pacífica lideradas por jóvenes que aspiran a que la Policía Nacional descontinúe la práctica de eliminar ciudadanos.
¡Increíble, pero cierto! Jamás pensé que los jóvenes del siglo 21 sufrirían los mismos abusos que padecimos los del pasado siglo. Parece que lo único realmente inagotable en el país es el aguante del pueblo para tolerar que se le gobierne con el abuso y la perversidad política in crescendo permanente.
Así que Leonel y su gente ven con optimismo y esperanza la posibilidad de que él se convierta, antes de que el país se agote, en el paradigma moderno, el sabio de los sabios, del bizarro mundo político dominicano.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones y se apiade de la República Dominicana.